*¿Cómo se abordan los problemas mundiales?

Con el avance de la globalización, nos encontramos en una era en la que los problemas ambientales globales (medio ambiente, crecimiento demográfico y alimentario, derechos humanos, educación, pandemias, etc.) no pueden ser resueltos por un solo país. En respuesta a esta situación, desde la década de 1990 se establecieron objetivos internacionales denominados ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) para que los Estados miembros de las Naciones Unidas cooperen en la solución de problemas. Como parte de nuestros esfuerzos de contribución social, Shidojuku ha establecido como tema de nuestras actividades el objetivo de "hambre cero", que es el segundo de estos ODS.

Actualmente, el suelo, el agua dulce, los bosques y la biodiversidad necesarios para producir los alimentos que necesitamos para sobrevivir se están deteriorando rápidamente. El cambio climático está ejerciendo presión sobre los recursos alimentarios y aumentando el riesgo de desastres como sequías e inundaciones. Un ejemplo son los habitantes de zonas rurales que ya no pueden vivir de la tierra y se ven obligados a emigrar a zonas urbanas en busca de trabajo. Además, millones de niños sufren un grave retraso del crecimiento y baja estatura debido a la escasez de alimentos.Más de 800 millones de personas en el planeta pasan hambre y se prevé que para 2050 esta cifra aumente a 2.000 millones. Los alimentos que todavía son comestibles pero que se desechan se denominan "pérdida de alimentos". La cantidad es de 1.300 millones de toneladas/año en todo el mundo y 6,12 millones de toneladas/año en Japón, lo que significa que cada japonés tira un plato de comida cada día. Si no se controla la pérdida de alimentos, no sólo se desperdiciará una gran cantidad de alimentos, sino que también será imposible responder adecuadamente a las crisis alimentarias causadas por el deterioro ambiental y el crecimiento demográfico. Como respuesta a estos problemas, los ODS incluyeron una meta específica: «Para 2030, reducir a la mitad la cantidad de alimentos desperdiciados per cápita de la población mundial a nivel minorista y de consumo y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha». Por cierto, Japón ha declarado que para 2030 reducirá a la mitad el número con respecto al nivel de 2000. Vivimos en una época en la que es esencial que todos y cada uno de nosotros seamos conscientes de reducir el desperdicio de alimentos en nuestro propio entorno.

Con la vista puesta en la meta de los ODS de «hambre cero», Shido Juku considera en primer lugar una contribución social que cada individuo conserve los alimentos en su vida diaria, y aprende y pone en práctica los principios básicos de las «lecciones Tenzo» escritas por Dogen hace 800 años.